LOS AMI-RUNNERS

Todos os preguntaréis qué palabreja es esa. Para mí, los ami-runners son esas personas que comparten zancadas junto a ti. Ya sea sobre el asfalto o por los caminos. Puede que al principio solo sean compañeros de entrenamientos o de rodajes, pero a medida que compartes experiencias con ellos, la amistad va creciendo.

Los ami-runners

Todo aquel que corra me podrá entender. Tus ami-runners saben en cada momento cómo te encuentras o a qué ritmos puedes ir bien y a cuáles te llevan asfixiado. En los rodajes largos, compartes muchas charlas. Así que la relación va más allá de la amistad. Compartes tu afición; compartes tu vida… Esos lazos, trenzados entre sudor, risas, series, cuestas, más sudor, te hacen valorar mucho a la persona que llevas a tu lado. Solo ellos saben cómo se sufre subiendo “esa” cuesta o lo vacío que te quedas en esa serie “a tope”.

Los ami-runners

En mi caso, dirijo un club de corredores y para mí, todos los miembros del club son mis ami-runners. Pero además tengo la suerte de compartir esta afición con otros ami-runners, con los que coincido o intento coincidir en quedadas o entrenamientos. Estas personas me aportan mucho más que un simple entrenamiento. Me aportan un momento para evadirme de mí y de mis preocupaciones. Y me permiten disfrutar de ese instante de compartir la afición de correr con otras personas.

 

Los ami-runners

Los ami-runners

Valga como ejemplo lo que hice este domingo. Todo surgió el sábado, cuando mi ami-runner Pablo me escribió por una red social y me dijo que habían quedado para entrenar el domingo y me preguntó si me animaba. Me dio la dirección del punto de encuentro y la hora. En realidad, Pablo no daba un duro por que yo fuera, jejeje. Pero allí me planté, puntual, en el lugar de encuentro. Cuando llegué, me encontré con tres chicos que no conocía, pero me presenté y enseguida fue como si nos conociéramos de siempre. Al poco aparecieron los demás. Algunos se conocían y otros no, pero daba igual. Comenzamos nuestro entrenamiento por la Casa de Campo con la única instrucción de ir a pasarlo bien. Fuimos hablando todos con todos como si nos conociéramos, y saludando a todos los que nos cruzábamos (conocido o no). Cuando había que parar se paraba, cuando había que ir más lento se iba más lento y cuando había que ir más rápido, apretábamos los dientes y acelerábamos. Al finalizar, un abrazo, unos besos y deseos de repetir en otra ocasión.

 

Y de repente te das cuenta de que has pasado dos horas de charlas y risas, evadiéndote de todo lo demás.

Para mí eso son los ami-runners, personas que vamos a compartir nuestra afición y a pasarlo bien. Pablo, Javier, Alberto, Lola, Carlos, Cris, Laura, entre otros, me lo han enseñado. A algunos los vemos más que a otros y algunos han elegido otros caminos, pero todos han aportado muchos buenos momentos.

Espero seguir compartiendo experiencias con estas personas, y con las que vengan. Porque nunca cierro la puerta a nuevos o antiguos ami-runners que quieran compartir zancadas conmigo.

 

¿Quieres ser mi ami-runner?