La localidad de Miraflores, muchas veces considerada como el ‘Balcón’ de la Sierra de Madrid. Acogía de nuevo una de sus pruebas locales de running pensada para el disfrute de todos y de toda la familia. El Miraflores Running Day llegaba una vez más para completar una de las cuatro distancias disponibles en la carrera: 5km, 9km, 16km o 21km.

Prolegómenos

La carrera era no competitiva y, pese a que todos llevábamos dorsal. No había chip ni cronómetro ninguno ya que el único objetivo de la carrera estaba claro: pasarlo bien. A las 10:00 de la mañana era la hora programada para comenzar la carrera y las inscripciones había que hacerlas el mismo día desde las 9:00 horas en la misma Plaza de España de Miraflores, lugar de salida y llegada de la carrera.

El inicio se retrasó un poco debido a que había que terminar de gestionar las inscripciones de última hora. Antes de dar el pistoletazo de salida por parte del alcalde del municipio, Luis Guadalix, el concejal de Deportes y el organizador de la carrera agradecieron el esfuerzo y participación de todos y comentaron algunos aspectos técnicos de la prueba respectivamente.

Entre las indicaciones más importantes, había que tener en cuenta que la carrera no era competitiva. Y que en todo momento había miembros de la organización con una camiseta naranja (no tan molona como la de Iron Sport 3C) guiando el recorrido. Algunos iban en cabeza, otros en la mitad de los corredores y otros al final. En ciertos puntos que indicaron había avituallamiento con bebidas de agua y pidieron colaboración a todo el mundo para que nadie tirara una botella, gel o residuo al suelo para no ensuciar el entorno y que pudieran poner pegas de cara a la organización de esta u otra prueba deportiva en el futuro.

Miraflores Running Day 19
Explicaciones previas

Comienzo de la prueba

Después de las explicaciones pertinentes, la carrera comenzó con una cuenta atrás y con un elemento inusual en otra carrera: la salida era neutralizada los 800 primeros metros y tras ellos ya cada uno podía correr como quisiera. Una vez llegado ese punto, concretamente en el cruce entre el camino hacia la Fuente del Cura y la carretera del puerto de La Morcuera, nadie adelantó a los guías y el grupo se mantuvo en un ritmo constante. Desde ese punto hasta la Fuente del Cura, un lugar muy agradable con mesas para hacer picnic y con un chiringuito que abre en la época de primavera y verano, todo era asfalto pero a partir de ahí el camino pasaba a ser de tierra.

Desde la salida de la plaza del pueblo hasta el punto en el que había que dar la vuelta todo era subida. La primera parte sobre asfalto y la siguiente por tierra y pese a que el perfil picaba hacia arriba el paisaje lo hacía más ameno. La subida se hizo algo larga sobre todo porque no sabía cuándo llegaba el punto donde había que dar la vuelta y realizar el mismo camino pero a la inversa hasta terminar en la Plaza de España.

La primera división de los participantes se dio cuando los que hacían la distancia de 5km cogieron el desvío para su carrera. El resto seguimos juntos un poco más, hasta que uno de los monitores se apartó y llamó a los de 21km para agruparlos y poder ir por el camino indicado. Este es uno de los detalles que reflejan el carácter no competitivo de la prueba. Ya que en otra carrera los corredores no paran para agruparse con un monitor y luego seguir todos juntos. Los de 9km y 16 km seguimos subiendo hasta la barrera de entrada al Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Donde los segundos siguieron recto pero los de 9km tuvimos que dar ya la vuelta.

Otro detalle que mostró el carácter festivo de la prueba fue que el monitor de 9km nos dejó seguir a los que íbamos primeros mientras recogía a los más rezagados de esta distancia. La bajada fue ya otro cantar, pues las piernas las llevaba ya cansadas tras más de 4km subiendo. Que la carrera fuera no competitiva también sumaba otro factor y ese era que no acudieron corredores o atletas con gran nivel, con lo que no fue difícil destacar entre los participantes. Me situé tercero ya en la bajada mientras pude ver todo el esfuerzo de la gente que aún estaba subiendo y, sin poder dar caza a los dos primeros, me dediqué a mantener el ritmo y no malgastar las fuerzas de manera innecesaria de cara a los últimos kilómetros.

Miraflores Running Day 19
Bajada

La llegada

Solo hubo un repecho importante que superar en el último kilómetro, entre el camino desde la Fuente del Cura y el cruce donde acababa la neutralización del principio. Tras eso y con la carretera y las calles sin ningún obstáculo solo quedaba disfrutar de los últimos metros, algo vacíos por el frío y por la hora, pero muy especiales al ser en un lugar muy especial en lo personal donde tantas veces he estado y paseado, debido a que parte de mi familia es de Miraflores.

Al final un tercer puesto ‘no oficial’ pero muy contento de haber hecho una carrera en un sitio bastante singular para mí. Es una carrera recomendable para pasar el día con amigos y familia y donde además luego cuatro restaurantes del pueblo servían el menú del corredor, además de unas charlas deportivas por la tarde en el teatro municipal. Ojalá este sea el punto de partida de un evento más grande en el futuro y cronometrado y con una organización mayor para que pueda atraer más corredores y participantes a Miraflores, sus calles y sus preciosos caminos forestales.

Miraflores running Day 19