Crónica ruta por La Barranca

Os dejamos la crónica de nuestro compañero Manu de la ruta por La Barranca:

Previo

“Carrera de montaña (en inglés trail running) o carrera por senderos es un deporte que consiste en correr y caminar por senderos de montaña, huellas, rastros o caminos secundarios, a través de montañas, cerros y montes, cruzando arroyos y ríos, con grandes trepadas y abruptas bajadas. Tanto la naturaleza del terreno como el desnivel del recorrido, además de la distancia, son dos características fundamentales de un recorrido de carrera de montaña.”

Ya hasta tiene definición en Wikipedia esta afición nuestra de salir al monte a dejarnos las piernas y el aliento mientras intentamos llegar, haciendo honor al lema olímpico como pocos deportes, “citius, altius, fortius”: más rápido en nuestras subidas y bajadas, más alto, acumulando cada vez desniveles mayores, más fuerte con recorridos cada vez más exigentes.

Lo que no menciona la definición es que ésta es una práctica deportiva que, aunque se pueda practicar en solitario, aunque hay que ser consciente del riesgo que tiene adentrarse en la montaña en solitario, un territorio con sus propias reglas que conviene conocer y respetar; sino porque cobra todo su sentido cuando la practicas en grupo y con amigos.

Para mí el poder correr por montaña con la gente del club, o que finalmente vayamos a tener una sección específica de montaña, tiene un significado especial: fue en la carrera de montaña de Cercedilla, en la primavera de 2018, cuando entré en contacto con vosotros y me decidí a unirme a este grupo de locos corredores tricantinos.

Creación grupo Trail

Ya la temporada pasada, y gracias al impulso de José Carlos, hicimos un par de salidas de montaña en invierno por la Sierra de Madrid, con nieve y todo, y nos apuntamos a unos cuantos retos montañeros: descubrimos Guadalupe y su impresionante carrera de montaña gracias a Juanki, acuñamos “hacerse un Cristina” en El Berrueco, o disfrutamos de un maravilloso fin de semana en los Pirineos gracias de nuevo a la iniciativa de José Carlos y su reto UTMB.

Con estas bases y con esa ilusión decidimos que, para esta temporada 2019 – 2020, íbamos a tratar de dar mayor consistencia y contenido a la sección de montaña del club, planificando una serie de salidas mensuales abiertas a todos los niveles: desde quienes quieran asomarse e iniciarse en esto de las rutas de montaña, hasta a los experimentados que busquen entrenamientos en grupo con los que prepararse para futuros retos.

Y la primera de las salidas elegimos que fuera en los primeros días de este octubre que prolonga el verano hasta casi llegado el Pilar, saliendo al descubrir el Parque de la Sierra de Guadarrama desde La Barranca, punto de inicio de algunas de los recorridos más emblemáticos de Guadarrama.

La quedada

Tras un debate sobre la hora de salida, 08:30 del domingo en Correos de la Avenida de Colmenar, no sin alguna duda gracias a Google Maps. Lo mismo habría que ir pensando pedir al Ayuntamiento que ponga un poste con que ponga “Punto de Encuentro C.C. Iron Sport Tres Cantos”, por cierto.

Reparto del personal en los coches, y saliendo rápido que es gerundio, que luego se llena el aparcamiento. En mi coche Santa, Carlos y Alexey, y Rubén en la perrera.

Llegamos todos sin percances al aparcamiento. Inusualmente vacío para un domingo con tan buen pronóstico. Tras la foto de grupo de rigor, dividimos al grupo en dos: por un lado, los que vamos a correr, y por otro los que irán más a hacer trekking, que si decimos senderismo parece que iban de paseo, en plan campo y playa y se cabrean.

Inicio de la ruta

En el grupo de los corredores salimos Alexey, Josito, Juanma, Carlos, Rubén, Ana, Juan y yo. El plan inicial es subir desde la Barranca por la pista hasta el Mirador de los Canchales (o de las Canchas), y por allí seguir la Cuerda de Las Cabrillas (o de la tubería) hasta hacer unos 7 – 8 km, y de ahí vuelta al mirador para encontrarnos con el resto del grupo.

Iniciamos a buen ritmo la subida, y aguantamos más o menos agrupados las rampas hasta el km 2, donde Ana se va quedando un poco rezagada, y Juan con ella, ¡¡qué sorpresa!!, por eso del qué dirán. Alex empieza a dar muestras de que es como uno de esos grandes camiones que recorren las autopistas americanas, y no sólo por su tamaño, sino porque debe ir equipado con motor diésel: marca un ritmo de 7 min/km, y lo mantiene sea cual sea la pendiente a la que se enfrente, sin aparente esfuerzo. El grupo se rompe, a medida que cada uno busca su ritmo: por delante vamos Alex y yo, seguidos de Juanma y Josito, luego Rubén y Carlos, y cerrando Ana y Juan.

Llegada al mirador

Al llegar al mirador aprovechamos para hacer una parada, beber y comer algo y reagruparnos. Fotos en el mirador con las increíbles vistas que proporciona del valle de La Barranca y, pensando que quizá Ana y Juan hayan decidido unirse al grupo de caminata. Decidimos comenzar la ruta por la Cuerda de las Cabrillas antes de quedarnos fríos, ruta desde la que, a pocos metros de comenzar, vemos que Ana y Juan ya están coronando el mirador.

La Cuerda de las Cabrillas es una ruta realmente agradable tanto de subida como de bajada. Porque, aunque con desnivel y tramos un poco técnicos por lo pedregoso del terreno, te permite correr prácticamente todo el recorrido. Al cabo de algo más de un par de kilómetros, y cuando llevamos algo menos de 7 en las piernas, llegamos al amplio collado del Emburriadero. Nueva parada para reagrupar al equipo, avituallamiento y tomar una decisión: podemos volver por donde hemos venido e ir a la búsqueda del resto del equipo, o ya que hemos llegado hasta aquí, proseguir por el cordal y empalmar con la última parte de la subida del Alto de las Guarramillas, la popular Bola del Mundo, que nos queda a tiro de piedra de este paraje.

Bola del Mundo

Aunque es Juanma el que lanza el reto de aprovechar lo ya subido, y coronar uno de los lugares emblemáticos de la Sierr. Pronto todos se adhieren a la idea, y eso a pesar de que les apercibimos, tanto Juanma como yo, de las duras rampas que nos quedan delante. En especial cuando lleguemos a la pista de hormigón que lleva hasta la estación meteorológica. Nada disuade a este grupo de ¿inconscientes?, así que con buen ánimo nos lanzamos a afrontar la última subida de hoy. Pronto Alex se destaca del resto con su correr aparentemente fácil y sin esfuerzo. Por detrás intentan seguirle Juanma y Josito, pero hasta ellos tienen que echar pie a tierra en algún momento y caminar. Viendo cómo se aleja nuestro gigante ruso, correteando cual cabrilla de Pedro (de la serie Heidi, para los menos viejos). Tan sobrado de fuerzas que incluso se permite darse la vuelta por momentos y ver por dónde vamos el resto, sin dejar de correr marcha atrás mientras sube, el muy…

No sin esfuerzo, y tras 1h:30 min de carrera, coronamos todo el equipo La Bola (2.260m). Para algunos, como Josito, a pesar de lo mucho que nos hemos movido por la sierra, es la primera vez aquí, así que no hay que dejar para la oportunidad y fotografiarnos con la estación de fondo.

La bajada

Son prácticamente 10km los que hemos hecho hasta llegar aquí, por lo que volver sobre nuestros pasos es algo que descartamos rápidamente. Casi 20km sería mucho para una primera salida. Así que nos decidimos a bajar por el camino que lleva al cruce del Regajo del Cancho Negro y de allí la ruta hasta la Fuente de la Campanilla. Es una bajada bastante técnica en algunos tramos, con grandes desniveles que por momentos superan el 20 y el 25%. Y que normalmente se usa como ruta de subida a La Bola tras haber coronado la Maliciosa. De hecho, durante todo el camino nos encontramos con grupos de gente subiendo, y sólo nosotros bajando. Por algo será…

En la bajada decido acompañar a Carlos y Rubén, uno porque no conocen el camino, y dos porque Juanma, Josito y Alex se han lanzado monte abajo como kamikaze. Y no me apetece lesionarme teniendo La Montaña Solidaria a dos semanas vista. Y no es que nosotros bajemos precisamente despacio, con un ritmo medio por debajo de los 6’/km, pero es que a esos tres no sé qué aire les ha dado en la cima. Quizá mal de altura.

Sin mayores percances, y sólo con algún que otro resbalón, llegamos a la Fuente donde nos está esperando el trío “cabra montesa” del grupo. Estamos ya a tiro de piedra del parking de La Barranca, de nuevo en la misma pista forestal que seguimos de subida. Ya con poco más de 2km por delante, así que ya nos lanzamos con el resto hacia abajo. A pesar de los 14km tenemos ganas de correr, así que nos lanzamos montaña abajo a un ritmo medio en torno a los 4’:45”/km. Carlos se viene conmigo todo el rato, disfrutando a tope de este último tramo, al punto que le da tiempo a hacer un poco el ganso y hacer un corto vídeo.

Fin de ruta

16km y 2h20’ minutos después nos encontramos con todo el personal en la barrera del parking de La Barranca. El grupo de andarines tampoco han sido mancos, y se han marcado 12km de ruta. Foto del equipo de nuevo en la llegada y desde allí Juan no emplaza a los que queramos a disfrutar del “tercer tiempo” (unas bien merecidas cañas) en la sede social del club (la Cervecería Literatos 23). Allí, mientras disfrutamos del sol, de las cervezas y los compañeros, comentaremos entre risas las anécdotas del día, y haremos planes para la próxima salida.

Nos vemos pronto para seguir disfrutando de la montaña y de los amigos.

PRÓXIMA SALIDA: 23 de noviembre. RUTA: Pendiente confirmar.